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-Ridícula- sí, nada más que eso.
Ciertamente me costo mucho entender que querer hacer las cosas bien, no costaban tanto, no cuando se trataba de ti, ese día sabía que no era un buen día - presentimientos- pensé y no me equivocaba, no costo darme cuenta que las cosas no estaban bien, que para ti ya no lo estaban y por primera vez sentí lo que a algunos no me costo mucho hacerles saber, que mal que se siente, no supe que era lo mal que hice y fue ahí cuando me vino la angustia, esa misma que siento ahora al no saber por primera vez como dominar la situación, si cada día gano parte de ti, y pierdo parte de ti.